Estimado amigo, estimada amiga,
Son muchas las cosas que hemos logrado juntos en estos años. Lo que parecía un sueño imposible, poco a poco, gracias al esfuerzo conjunto, al apoyo mutuo de todos, a la colaboración de unos y otros, estamos haciendo posible lo imposible. Como todos los años por estas fechas, os escribimos para daros las gracias a todos los que habéis hecho posible que el proyecto O Couso siga adelante. Los que llevamos trabajando aquí desde hace ya más de tres años hemos visto todos los cambios, algunos inimaginables hace poco tiempo, y hemos visto como este proyecto inspirador ha sido, a su vez, inspirado entre todos. Queríamos compartir algunos avances para seguir contagiándonos de esperanza y alegría.
La casa de acogida, posiblemente bautizada muy pronto como Nosso Lar (Nuestro Hogar), ya dispone de luz eléctrica alimentada por unas humildes placas solares y de agua corriente. También, gracias a la generosidad de un hermoso grupo de personas, hemos conseguido tener una cocina completa y unos lavabos con ducha y agua caliente. Esto ha sido milagroso dado el esfuerzo de años para llegar a este punto, y dado todo lo que hemos tenido que realizar antes de que algo tan básico pudiera llegar a realizarse. La casa ya está prácticamente sellada con puertas y ventanas, a falta aún de unas pocas, y estamos empezando a sellar las paredes, una por una, piedra por piedra, para que el calor que algún día instalaremos no se marche como hasta ahora ocurre. La casa en invierno no es todavía un lugar placentero, pero estamos haciendo un gran esfuerzo por hacerlo posible. Nuestro siguiente reto será poder terminar los tejados que aún están caídos en la mitad de la casa.
Las cabañas de los voluntarios también ha sido un reto que va tomando forma poco a poco. Ya tenemos tres cabañas en marcha, de las cuales dos están prácticamente habitables y la otra esperemos que lo esté en breve. En estos años de cambios nos hemos dado cuenta de la importancia de que los cuidadores y voluntarios sean también cuidados y mimados, aunque sea con una mínima expresión de comodidad, y estamos haciendo grandes esfuerzos para que así sea. Nuestro sueño a medio plazo es que exista un mínimo de doce voluntarios fijos que sean la semilla o el núcleo para la futura comunidad. En este momento somos un grupo reducido que en invierno oscila entre cuatro y siete personas y que esperamos, a medida que vayamos creando cabañas y la casa sea más confortable, aumente.
La escuela de dones y talentos sigue latente como objetivo final de todo el proyecto. Este verano, gracias a la generosidad de muchos voluntarios pudimos despejar el área donde estará ubicada en un futuro. La intención, mientras encontramos un arquitecto que nos pueda hacer los planos para pedir los permisos pertinentes, es ir construyéndola muy poco a poco, sin prisas pero sin pausas. Mientras eso ocurre, nosotros seguimos buceando en nuestros dones y seguimos buscando la manera de que otros lo hagan.
Nuestra intención última, hacer de un mundo bueno, un mundo mejor, aportando lo que humildemente podamos desde nuestra labor, late fuerte y con esperanza dentro de nosotros. Por eso un año más os damos las gracias por vuestra generosidad y por vuestro apoyo incondicional y un año más os animamos a que sigáis apostando por este sueño colectivo.
Para que podáis apreciar algunos avances os adjuntamos el video que nuestro amigo Guillermo hizo este verano. Espero que podáis disfrutar de sus cuatro minutos de cariño y compartir.
Gracias de corazón por estar ahí.
Pd.- Os recordamos algunas formas de poder seguir apostando por el proyecto:
- Con un euro al mes desde la plataforma de Teaming:
https://www.teaming.net/proyectoocouso
- Con una aportación directa en la cuenta de la fundación Dharana:
TRIODOS BANK (BANCA ÉTICA): ES54 1491 0001 2121 2237 2325