Séptimo aniversario

a 1
Primeros días en O Couso

 

Hoy hace siete años tres locos ilusionados iniciaban un proyecto visionario. Los vecinos y vecinas dudaban, flipaban y todavía no entienden. Los que hemos tenido la suerte de descubriros y de compartir parte de estos años hemos sido tocados. La magia de o Couso toca, a algún nivel, en alguna dimensión… ¡pero no tengo duda de que toca y transforma! He visto más de un «milagro» inexplicable en este espacio físico y virtual que habéis ido creando y tejiendo. Nos unen lazos no visibles a los que hemos sido tocados por esta magia. Hay dificultades … y muchas, momentos de tristeza, dolor rollos, desencuentros …. nadie dijo que el trayecto sería fácil. ¡Y con todo ello, el proyecto sigue siendo mágico … y enamora a algunos de los que nos acercamos!  ¡¡¡¡Disfrutad mucho!!!! Un súper abrazo… M.

Hoy recibíamos estas bonitas letras de una amiga del alma que llegó hace siete años a este lugar casi de paso, y ya se quedó para siempre en nuestros corazones. Su hermoso testimonio forma parte de esa argamasa que ha hecho crecer este sitio, de ese lazo místico que se ha ido tejiendo entre unos y otros, de esa magia constante, sanadora, imprescindible. Hemos crecido gracias a la levadura de todas esas personas que han hecho de este espacio un milagroso lugar. Casi no tenemos palabras para poder expresar con efectiva claridad todo aquello que ahora nos bulle. Tampoco tenemos palabras para todos aquellos que se fueron y nunca más volvieron. Esos son especialmente los que más llevamos dentro, por la tristeza, por el ardor de no haber sabido cuidar de todos ellos, por no haber sabido atender con mayor amor a todos aquellos que vinieron para enseñarnos grandes lecciones y se fueron para siempre.

Después de haber conocido esta experiencia, la vida nos ha transformado, nos ha dado una visión diferente, y nos ha permitido crear lazos infinitos con cientos de personas que van y vienen, pero que siempre están aquí, dentro de nosotros. Estamos hablando de una comunidad no residente, de una comunidad viva que se expresa en este lugar y que está presente en todas nuestras meditaciones, en cada una de las piedras levantadas entre todos. Una comunidad de ética viviente que ha crecido y se ha expandido, y que en estos meses, empezará a recoger algunos de sus frutos.

Para celebrar tan hermoso aniversario, esta mañana nos levantábamos temprano para empezar una larga meditación de tres horas en la pequeña ermita. A las seis de la mañana ya estábamos allí practicando el noble arte del silencio. Así estuvimos todo el día, a sabiendas de la importancia del cierre de este primer ciclo y la apertura del siguiente, la necesidad de honrar a todos aquellos que han  pasado  por aquí, todo el dolor, pero también toda la alegría derramada entre todos. Tres proyectos y siete años para cada uno de ellos. Terminamos la parte tosca y material, la reconstrucción de la casa de acogida, ahora ya con su fuego dentro y su calor conservado. Siete años muy duros, viviendo primero en caravanas y luego en pequeñas cabañas de madera sin ningún tipo de lujos o comodidades. Toda una prueba iniciática que nos ha dotado de cierta calma interior, de cierto anhelo para seguir adelante.

Y ahora el nuevo reto, siete años por delante para cocrear la parte vital del proyecto, la parte anímica, la parte etérica. Centraremos nuestras fuerzas en la creación del Jardín, la puesta en marcha de la Huerta y la construcción de la Escuela. Como símbolo de este cambio de edad, hoy hemos sembrado todo tipo de flores, árboles y productos de la huerta. Y mañana, acompañados de un reducido grupo de amigos, ritualizaremos este tránsito y celebraremos que el proyecto, siete años más tarde, sigue vivo y con mucha fuerza.

¿Qué ocurrirá a partir de ahora? Estamos trabajando con un grupo de arquitectos en la cocreación de la Escuela. Tendremos que buscar recursos para poder materializarla. Ese lugar ya reside en el plano etérico de esta finca, solo falta que lo milagroso permita que se manifieste. No dudes, si así lo sientes desde lo más profundo del corazón, en echarnos una mano para este segundo reto. Cada piedra conseguida es una prueba irrefutable de que estamos construyendo un nuevo mundo, un mundo milagroso.

GRACIAS POR TU APOYO. GRACIAS POR HACERLO POSIBLE…

donar
Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *